lunes, 28 de marzo de 2011

En el centro de la tormenta


Tras la tesis sobre Tron:Legacy de mi amigo Dr. Strangelove, revisemos una peli rodada en 2009 pero que hasta ahora no había llegado a nuestros cines.

"En el centro de la tormenta" es una peli de esas rollo investigación de asesinatos donde el detective a veces habla con voz en off y todo, en plan "Llegue a casa de Hoffman a ver si podía sacarle algo de información, pero es un tipo duro con malas pulgas..."
Así que aquí está el inspector Dave Robicheaux (Tommy Lee Jones), que tiene que descubrir quién ha matado a Cherry LeBlanc, una señorita de compañía con nombre de tal. Como nos importa bien poco, también se pone a investigar sobre la muerte de un preso de color (negro) hace cuarenta años. Como tampoco nos acaba de importar, suma un tercer asesinato, otra meretriz.

Con, ni más ni menos, que tres casos de asesinatos aleatorios en el bolsillo, va a pedir cuentas a Julie "Baby Feet" Balboni, un mafioso también con nombre de tal. A este personaje, gran interpretación de John Goodman, no le falta ni un complemento del kit del mafioso: Limusina vintage blanca, dos matones (uno es cholo y además se llama "Cholo Manelli", como véis los nombres les vienen al pelo), mansión con piscina y putas (véase la diferencia entre las chicas asesinadas -señoritas de compañía que ofrecen sexo a cambio de una retribución económica- y las chicas de Baby Feet -putas-).


Durante la peli pasan muchas cosas y personajes que importan bien poco. Elrod Sykes es un actor que está rodando una peli en el pueblo. Es como Joaquin Phoenix en "I´m still here", pedo y con barba. Dave también era (o es... no se) alcohólico y ambos tienen un amigo imaginario en común, a parte de Johnny Walker. Se trata de un General del ejército confederado de la Guerra de Secesión. Dave interactúa con él de forma totalmente normal, hablan de gilipolleces, se hacen fotos y esas cosas que se hacen con un amigo imaginario.

Al final pillan al malo, un psicópata al uso que tiene una cabaña en el medio de la nada donde asesinaba fulanas y que además, por arte de magia, había secuestrado a la hija de Dave. Pero nada, todo acaba bien y se hilan los tres asesinatos de una forma super cutre.
Entonces colofón final. La hija de Dave  después de ser salvada de su secuestro express, está tranquilamente en su casa, y como cualquier niña de su edad está hojeando varias enciclopedias. Va por el apartado de Guerra Civil, pasa la página y se detiene en una foto. Una foto antigua, de mala calidad en la que salen unos soldados del bando sureño. Mira con detenimiento y CHAN! ¡ahi está su padre! ¡Es la foto que se había hecho con su amigo imaginario y los soldados! ¿Pero que tontería es esta? Cutrísimo, los soldados ahí y el Tommy Lee Jones en medio, con ropa actual y todo. Fin. Casi me meo.

"En el centro de la tormenta" es una película que lo intenta. Buenos actores, buenos planos y en ocasiones me recuerda a los grandes. Tommy Lee Jones tiene un buen aire a Harry el Sucio, e incluso la peli en si me recuerda a Twin Peaks. Pero vamos, flojita y con tontería incluída.

Lo mejor: Las putas de Baby Feet.
Lo peor: Se nota que Tommy Lee Jones está mayor porque conduce super cerca del volante.
Conclusión: La edad no es impedimento para inflarle la cara a cualquier maleante que se tercie.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Tron: Legacy




Director: Joseph Kosinski (Debut)
Reparto: Jeff Bridges (x2), Garret Hedlund, Olivia Wilde, Michael Sheen.
Año: 2010
BSO: Daft Punk

Barajando entre distintas opciones para escribir una nueva crítica aquí, en “¡Mouth On Fire!”, he optado por escribir sobre Tron: Legacy, que vista en retrospectiva es un pequeño GRAN MOJÓN. Y es que, amigos míos, lo que nos vendieron en el trailer dista mucho, kilómetros o leguas según se prefiera, de lo que después llegó a nuestras pantallas.

Tron: Legacy es, como su nombre indica, una continuación del film original de 1982. Éste cuenta con la peligrosa calificación de ser “de culto”, con lo que eso conlleva, ¡Es INTOCABLE! ¡ES MARAVILLOSA! Pueeess..no, ni de coña. Será un film decente con sus escenas “míticas” y puede incluso que fuera revolucionario en sus tiempos, pero la verdad es que ha envejecido fatal, que visualmente ahora no hay quien se la crea y que su historia es bastante plana y a ratos aburrida de cojones.


Wtf?

Pero hete aquí que los genios de la Disney decidieron que iba siendo hora de buscar nueva franquicia y se acordaron de esa extraña película del 82; y fueron y la cagaron prácticamente en lo mismo que en la original, pero yo diría que incluso peor.
Vamos a ver de qué va esto.

Empezamos con un bochornoso prólogo situado en 1989, donde “conocemos” a los dos principales protagonistas, Kevin Flynn, programador y creador de La Red (el mundillo digital ese de colorines donde se mueven, lo digo porque no se entiende bien; mi novia pensaba que se habían ido a otro planeta); y Sam Flynn, hijo consentido y heredero de éste. De mayor vive la vida loca sin administrar su fortuna porque está obsesionado con su perdido padre, que fue un día a por tabaco virtual y no volvió.




Después de pasar vergüenza ajena con el prólogo, pasamos a hacerlo con la escena donde se demuestra lo rebelde que es Sam, jodiendo a su propia empresa (Encom) porque quieren hacer pagar a la gente por un sistema operativo, con dos cojones hombre ¡Software libre! ¡A las barricadas! Básicamente, esto parece que va a ser relevante en la trama, pero no.
Total, por cosas del destino (un mensaje de texto de un número que no existe ¡Oooh! ¡Investiguemos!) Sam acaba digitalizado en .gif y metido en el mundo de Tron, La Red. A partir de aquí, a la historia se le va la olla que da gusto. Porque para que una historia funcione, sea un drama familiar o una historia de piratas zombies espaciales, lo principal es que te creas lo que te están contando; que empatices (“Empatices”, palabra que para Word no existe) con los personajes y te impliques con su historia. Esto no ocurre en ningún momento. Cagada number One.

Bien. Hemos dejado a Sam alucinando durante poco tiempo con su nuevo mundo de colorines y luces, La Red, donde en apenas un minuto escaso está entablando una batalla. Aquí es donde había que hacer referencia al film antiguo, con su batallita de discos y eso. Efectivamente, el protagonista aprende casi por arte de magia, haciendo conocer a sus contrincantes el DOLOR.




Aviso: La gente del mundo electrónico son o archivos o programas. Vamos, no son gente en el sentido estricto de la palabra. O sí, porque beben, bailan, van a ver combates de gladiadores digitales, van a ver carreras de motos digitales y se rebelan contra el sistema…pero nos importan un comino, como casi todo lo que hemos visto ya. Están ahí y punto. Sigamos.

Entonces se produce la presentación de dos de los personajes clave de esta película; Tron y el Kevin Flynn joven, que se llama CLU, el maloso que todo cutre film querría tener. Tron es otro luchador de discos, que al derrotar a Sam y ver que sangra, lo lleva a presencia de Clu. Esto está siendo muy complicado de escribir; así que veamos la historia de estos “personajes”:

Kevin Flynn se digitaliza y entra en La Red (Tron 1982) – Para crear una Red mejor y perfecta, crea una versión de sí mismo (Clu) y un programa creador-luchador (Tron) para que vigilen el cotarro mientras él no está en La Red – Kevin Flynn se va unos años y Clu se rebela y se le va la olla, matando programitas-persona – Tron se vuelve malo también – Kevin Flynn vuelve, se queda encerrado y ya. ¿Queda claro? Supongo que no mucho, pero continuemos.

Problemón: El Jeff Bridges digitalizado y remasterizado en Dolby Surround para ser el Kevin Flynn joven canta por soleares y es imposible creérselo como malo. En serio, es patético ¿Qué cojones le pasa en la boca? Aarggghsss. GRIMA. Creo que la Wii podría mover en tiempo real los polígonos con los que está hecho.


Carusa.


Inciso IMPORTANTE: La peli se llama Tron. El legado de Tron, para ser más exactos. Vale. Pues Tron como personaje, eh…uh…¿Cómo decirlo? No sale en la película. Sí, sale, pero un par de minutos, no habla sino que hace los mismos ruidos que Depredador, no se le ve la cara y francamente nos importa (como todo lo demás, no me canso de decirlo) una mierda. Así que si le omito es normal.


Tron

Clu, en un terrible acto de maliciosidad, le hace correr en las motos de luz. Nada que objetar, muy espectacular todo. Bueno, al final de la carrera aparece un coche (¡UN COCHE! INNOVATION!) dentro del estadio y una señorita llamada Cuorra (Olivia Wilde) rescata a Sam. Enseguida hablaré de ella.

Cuorra y Sam llegan a la casa de Kevin-padre, un Jeff Bridges no digitalizado que se ha convertido en maestro Zen/Jedi, hablando con metáforas, parábolas y elipsis narrativas. Un plasta de cojones, que cada vez que habla sube el pan. Sam y él protagonizan el peor reencuentro paterno-filial que visto en cines. En serio, menuda mierda de reencuentro, coño, cualquiera diría que llevan 20 años sin verse.


Paassho de tu rollo, carcamal.

Más escenas bochornosas…Cuorra quiere salir fuera, ver el mundo real (porque lo ha leído en un libro) y conocer a Julio Verne. Esto, como tantas otras cosas, nos importa un comino, porque seamos sinceros, la actriz está buena y poco más. Y ahora viene la parte que más me toca los cojones, porque si una película necesita media hora de explicación para explicar algo y que luego nos siga importando una mierda, es que algo va mal. Esta es la explicación de todo el contexto de la MOVIE:

Cuorra es la última de una mega raza de programas informáticos (esto es muy raro, a ver si soy capaz de recordarlo todo) llamados ISOS (uou), “Algoritmos Isomórficos” que se pueden crear solos y crear muchas cosas y ser la repera en bicicleta. Pero el malo les diezmó porque eran imperfectos y sólo queda Cuorra, pobriña, y hay que protegerla de los malvados, que a todo esto, tampoco tienen muchas razones para perseguirla. Pues bien, pues vale, pues me alegro.




Sam está descontento porque su padre no lucha, pero es que este, como todos los seres de ese mundo, tiene un disco-arma con su información vital, que el malo necesita para salir por el Portal digitalizador por donde Sam entró, y no quiere que lo pille, faltaría más.
Y aquí viene EL SORPRESÓN DEL GUIÓN: ¡El mensaje del principio no lo escribió Kevin, sino Clu! ¡Para atraer a Sam y sacar a Kevin de su escondrijo! OMG WTF. Kevin no quiere ir al Portal porque si Clu sale al MundoReal con su disco es posible que se líe. Así que a vegetar. Esto cabrea mucho a Sam, por supuesto, porque es joven, rebelde, e inconformista incluso.




El cabreo le dura más de lo esperado, teniendo en cuenta que hacía 20 años que no veía a su padre, y decide ir a la ciudad a buscar al líder de la Rebelión, SUL, para que le ayude a llegar al Portal. La Rebelión es otra cosa que no está explicada, y que tampoco nos importa, así que al pedo. Se va a la ciudad en moto, donde se encuentra a una personaje random que le lleva a un club.

ESCENA DEL CLUB: De lo mejor y lo peor de la película. Lo mejor, porque contiene el cameo de Daft Punk tocando, y lo peor todo lo demás. En el club, Sam conoce a Castor, un insoportable y ahostiable Michael Sheen, gaylord y tontolapolla profesional, que tiene una doble vida como Castor (gerente de club y gilipollas a ratos libres) y Sul (Mega programa rebelde o algo así). Sam necesita que Sul le ayude para llegar al Portal por donde entró. Da igual, ya que esto es una excusa para sacar más peleas y petar oídos con los temazos de Daft Punk. Castor traiciona a Sam, así que salen esbirros por doquier. Pero no pasa nada, ahí llega Cuorra para ajusticiar a quien se lo merezca.


Urghs.


De repente ¡Hieren a Cuorra! ¡La cortan un brazo! ¿Será el fin de nuestros héroes?¡No! Por allí pasaba Kevin Flynn, nuestro Obi Wan de baratillo y termina la pelea. Pero eso sí, le roban el disco, que siendo tan importante ya podría estar fijado un poquito mejor a la espalda.

Rápidamente, Sam y Kevin cogen un tren digital (otro homenaje a la primera peli y otro vehículo que sacar), el cual les lleva hacia el Portal, en un viaje emocionante en el que nos aburriremos como ostras y escucharemos diálogos padre-hijo tan apasionantes como el que sigue:

Kevin: -Ahora cuéntame tu historia. (No había habido tiempo antes, por lo que veo)
Sam: -Los polos se derriten…Los Celtics y los Knicks arrasan…los ricos son más ricos
y los pobres más pobres…móviles, ligues por Internet, wifi…
-¿Wifi? ¿Qué es eso?
-Una conexión inalámbrica”
-¿Para aparatos digitales”
-Sí.
-Eso se me ocurrió en los 80. MWAHAHA

O diálogos Cuorra - Sam, tan apasionantes como estos:

"-¿Cómo es el sol?
-Es...cálido y luminoso."

El sol es cálido, la oveja hace bee, etc.

En fin, de camino al Portal se encuentran con la base del malo, que antes no estaba, pero ahora sí. Secuestran a Cuorra, pero tranquilos que me da igual. Kevin y Sam se esconden y observan los miles de soldados-programa que tiene Clu para invadir el mundo real.
Aquí se explica muchas de las ideas subyacentes de Tron Legacy, y de las que tanto se ha hablado: Que si rebelión al creador, que si Kevin Flynn es Dios, la imposibilidad de la perfección y el conocimiento, los usuarios pueden crear, CLU no y está rebotado por ello…puff. ROLLO. No interesa.
Sam recupera el disco de Kevin y a Cuorra. Ok.
Kevin, en un repugnante “homenaje” a Star Wars, convence a un soldado de que le deje un avión digital. Ok.




Escena del Avión: Porque tenía que salir un avión, después de las motos, los coches y los trenes. De camino al Portal les atacan los malos en versión voladora, entre ellos Clu y Tron. Creo recordar que Tron, hablando con uno de los protagonistas, se vuelve bueno y se cae al mar. Se acabó el personaje de Tron ¡No! ¿No? Noo, porque hundiéndose en el mar, se le vuelven a encender las luces, esta vez en azul ¡Tercera parte uooooh!




Escena del Portal: Absurdidez a mansalva. Casi redención de Clu hablando con Flynn, pero no, no todo es fácil en esta vida. Cuorra y Sam le hacen la picha un lío y salen con el disco original, engañando con un disco de los chinos a Clu. El crimen no compensa, niños, no os droguéis.

El final de todo ya es para partirse el ojaio. Para evitar que Clu alcance el Portal antes de que se vayan Sam y Cuorra, Kevin lanza un Kamehameha (porque no es otra cosa) y todo explota, como no puede ser de otra manera en un blockbuster que se precie. Kevin muere. Oh sí, muere. Agónicamente, creo. Ya está, ya te he jodido el final, no tienes por qué verla.



Al final, redención. Sam entiende que ya es hora de dejarse de vivir la vida como todos querríamos; es decir, sin dar un palo al agua, teniendo pasta, viviendo aventuras y teniendo una motarro, y decide que va a dirigir la empresa para honrar a su difunto padre. De paso, le enseña a Cuorra lo que es el sol…y algo más, supongo.

Resumiendo: Película que no aguanta dos visionados ni casi uno. Escribir esto me ha costado Dios y ayuda y visionar la película de nuevo no ha sido plato de mi gusto.
Pretenciosa, absurda, irregular….algo a evitar.


Lo mejor: La música de Daft Punk, que pega la perfección con el film y hasta lo dignifica más de lo que se merece. El diseño de los escenarios, pero un rato porque luego cansa que no veas.

Lo peor:
1. Cada vez que borras algo en el ordenador, matas gente. Que lo sepas.
2. Saber que podría haber estado bien de verdad con un guión de verdad y un director de verdad. ¿Cómo se puede dejar la dirección de un (supuesto) blockbuster Disney a alguien que no ha dirigido nada antes?
3. La boca chancla de Clu.
4. Michael Sheen.

Conclusión: Quiero y no puedo. Para fans del tito Jeff (qué es muy grande, y ahí está True Grit para demostrarlo) y Daft Punk.


AWESOME


miércoles, 16 de marzo de 2011

Animal Kingdom


De todas las películas presentes en este blog. Animal Kingdom es la única que estás obligado a ver. Al resto las pueden dar alegremente por culo (sí, a Cisne Negro también, no seas llorón).
Pero hace tiempo que no escribo, y la última peli que ví (Papillon, 1973) es demasiado buena, así que de alguna tengo que sacar algo malo, y le ha tocado el turno a Animal Kingdom.

Para empezar y como aviso, Animal Kingdom es una historia de australianos barriobajeros, así que si la vas a ver en V.O. prepara tu mejor poker face porque no te vas a enterar ni por donde te llega el aire.

El protagonista es Joshua Cody, "J" para los amigos, un toli al que se le muere la madre y se tiene que ir a vivir con su abuela y tíos. Éstos son como los Fratelli, la familia de mafiosos de los Goonies (pero sin Sloth). Deben de robar muchas gallinas porque sufren una represión policial brutal y sangrienta. Así se produce un toma y daca entre las fuerzas de ley y La Familia. Mientras tanto, "J" el jóven pollaboba, se ve en medio de éste torbellino de destrucción.

Así que ya está, violencia, negocio familiar, venganza... Se ha querido comparar a Animal Kingdom con las mejores historias de mafia, como "Uno de los nuestros" (lo pone en el trailer). Pero ese es el error. Ni de coña, a pesar de que hay momentos que intenta asemejarse ridículamente a ese rollo.

Se supone que son una familia que se dedica a los negocios sucios; pero lo que da la sensación es que se han dedicado a vender porrillos a chavales y un desmesurado peso de la ley ha caído sobre ellos.
La familia está encabezada por una matriarca, Janine Cody (Jacki Weaver), que va de lista, de que tiene contactos e incluso se atreve a chantajear. Pero en realidad es una prepara zumos que ni pincha ni corta y en ocasiones roza el ridículo (¿nominada a mejor actriz secundaria por este papel? me meo)
El líder es uno de los tíos, "Pope". Una especie de hermitaño psicópata. Bien logrado su personaje, pero no puede ser el líder de la family.
Tienen incluso un abogado/consiglieri que es un insulto para el "Tom Hagen" de Robert Duvall.
También se reúnen en sitios secretos para distraer a la poli, en un supermercado, un museo(¿?)... hasta a los peores delincuentes les agrada una mañana de cultura artística, pensará la policía.
Y cuando parece que la familia se pone seria y va a empezar una vorágine de vendettas, lo único que hacen es ser unos paquetes.

Es decir, que no te vendan la moto de mafia con polainas porque me descojono de ellos. Los Cody no tienen ni media hostia al lado de los Corleone (o incluso de los Fratelli).

Así que si quieres una de mafiosos con TommyGuns, ahórratela. Ésto es un drama social. Una peli que va muy despacito (abusando a veces de la cámara lenta). Una visión de la realidad desde fuera, impasible, como su protagonista. Un protagonista que se mueve en el dilema moral entre el bien (la ley) y el mal (su familia) y que nos ofrece un final de película que hará que se te caigan las bragas al suelo.

Lo mejor: Asesinatos totalmente imprevisibles.
Lo peor: Ésta crìtica es un rollo, pero te jodes, porque ya la has leído.
Conclusión: No volveré a intentar hacer críticas destructivas de películas buenas. Lo siento.

lunes, 7 de marzo de 2011

Winter´s bone


¿Creías que había acabado con los Oscars´11? Jodíos ignorantes, aquí está Winter´s Bone!

La ración anual de cine independiente en los Oscars. Bajo presupuesto, directora semi-nobel, actriz jóven que lleva todo el peso, ritmo pausado, realismo social, trágica, difícil de digerir, nada comercial, rollo autosuperación y un largo etcétera de tópicos. Con todo esto, es IMPOSIBLE que leas una mala crítica (a no ser que el que escriba sea un hereje como yo).
Ejemplo:
"Granik sabe contar la odisea de su heroína Ree sin sucumbir al golpe bajo sentimental, pero sin renunciar a la poesía de gran calado. (...) Puntuación: ***** (sobre 5)" (Jordi Costa: Fotogramas)

¿Sin sucumbir al golpe bajo sentimental?
Ree (Jennifer Lawrence) es una chica de 17 años a cargo de su madre enferma, dos hermanos pequeños, varios perros vagabundos y un caballo famélico. Les van a embargar el chabolo perdido en el culo del mundo donde viven si no encuentran a su desaparecido padre, un camello de crack que luego resulta le han matado. Mientras tanto, se alimenta de ardillas.

¿Odisea de su heroína?
Parece que no tenemos el mismo concepto de la palabra "odisea". Sirva de ejemplo la intensa búsqueda que hace Ree de su padre. Es de coña. Andando y en una tarde. Sí señor, su padre ha desaparecido en un radio de unos 500 metros cuadrados. Cuando se cansa, se va a casa a dormir.

¿Poesía de gran calado?
Resulta que llega un momento que te la sopla lo que le pueda pasar a nadie. Ningún personaje es capaz de crear empatía ni calar en el espectador. Ree es una especie de autómata que ni siente ni padece. Y al resto de personajes, nunca los llegas a conocer. Cambian de actitud repentinamente y se comportan de maneras totalmente aleatorias. A todo esto hay que sumar la inmensa cantidad de situaciones que no tienen ningún sentido (véase la charla con el militar cuando se quiere alistar al ejército. ¿?)

Lo mejor: Vivimos en un país donde cada uno puede opinar libremente.
Lo peor: Jordi Costa posiblemente tenga más razón que yo.
Conclusión: Ránking actualizado de odiseas
                     1º La de Homero.
                     2º La de Ree en Winter´s Bone.
                     3º La de Frodo.

jueves, 3 de marzo de 2011

The Mechanic


“Damas y caballeros, demos una calurosa bienvenida al nuevo redactor de Mouth On Fire, el aclamado y mundialmente famoso Dr. Strangelove, cuya afilada plum
a

e irónica prosa
harán las delicias de niños y adultos.

¡Esperemos su colaboración sea fructífera, regocijémonos pues!”






Como primera crítica en este fantástico y entretenidísimo blog, creado por mi amigo y compañero de desventuras D. Casper Mondriani, he elegido una película que podemos encontrar ahora mismo en nuestros ibéricos cines: The Mechanic. Y la he elegido por dos razones; la tengo reciente en mi memoria (la vi ayer) y es bastante, pero bastante fácil de criticar (empezamos flojito flojito, puede que la siguiente sea alguna de Godard ¡Quien sabe!)



Para entender The Mechanic, lo primero obviamente es hablar del maestro de ceremonias, del rey de ases, del sucesor (¡JA! ¡JA! Me río) de Bruce Willis: Jason Statham. Jason Statham es un tío listo, sabe que sus capacidades interpretativas están no muy lejos de las de Steven Seagal, de modo que ha limitado sus papeles a tipos cejijuntos y poco habladores, pero que sin embargo caen bien, son canallas entrañables (¡Ah! ¡Oh!), eso hay que reconocérselo; hombre. Ahí está el caso de la película que probablemente le haya dado la fama de la que goza actualmente: Transporter, cuya actuación como Frank Martin es la base de todo lo que ha hecho después. No, si tonto no es, no.




Envidia ninguna.
En fin, al lío; que aquí repite papel pero con bastante más mala leche y con menos gracia. De modo que, como sigue interpretando igual de mal, pasa sin pena ni gloria; aunque los amantes del cine de acción (entre los que me incluyo) disfrutarán como siempre con las tollinas de Statham, que en esta peli se luce en ese aspecto. ¿Realmente le pedía mucho más a The Mechanic? Ciertamente, no….
¿Y de la peli qué? Mucho Statham y mucho Statham pero aquí no se habla de la peli. Pues bueno, el film tiene probablemente el guión más plano y con menos interés de la última década. Voy a resumirlo, así que creo que un aviso de SPOILERS viene bien. ¡SPOILERS! ¡QUE TE CUENTO EL FINAL! (Aunque si no eres capaz de adivinarlo con la primera media hora, tienes un problema de atención)
"Arthur Bishop es un híper asesino badass hijoputa que trabaja para una agencia ultramegapoderosa. Tras el último trabajo, a su mentor y casi padre (un Donald Sutherland que ni él se cree dónde está) le pillan traicionando a LA COMPAÑÍA (si no tiene nombre, es que debe ser mala sí o sí). Bishop se lo carga sintiendo remordimientos durante aproximadamente 4 segundos, y adopta al hijo de éste (Ben Foster), para entrenarle y que sea un asesino, que como todos sabemos, son estudios con salidas hoy en día.
Sin embargo, el experimento le sale un poco rana, porque Ben Foster SIENTE IRA, MUCHA IRA y mata sin ton ni son. Luego Bishop se da cuenta de que le han tangado y mató a su pseudopadre para nada, mata al megamalo, el hijo se entera de que fue Bishop el que mató a su padre (aunque le importaba una mierda, ya ves tú por dónde), mata a Bishop, pero éste no está muerto y tenía una bomba por arte de magia justo donde iba a estar al otro, y acaba con él. Punto, y Jason sale de la masacre sin despeinarse…ah, no, que no tiene pelo, ja-ja." FIN DE SPOILERS.
Como podéis ver, no es El Crepúsculo de los Dioses, no.
Aún así, ya que no hay demasiadas cosas salvables de la peli, voy a señalar sus puntos fuertes (aparte del Tito Statham, que nunca decepciona porque siempre hace lo mismo). Ahí van:
Primero: Es una película deliciosamente violenta, y lo digo en serio. Jason Statham no había hecho nada tan burro desde Crank, y The Mechanic claramente la supera. Las ostias, los tiros y la sangre harán la delicia de cualquiera que tenga pene (porque esto es cine POR y PARA hombres, y es lo que hay, lo siento). Tiene probablemente una de las mejores escenas de acción de la última década, en serio (sabréis cual es…¡Si la veis! mwhaha).
Segundo: Ben Foster, que interpreta al hijo del mentor de Bishop. No sé cómo será en otro registro, pero Jason Statham no aguanta ni una sola escena compartiendo plano con él, porque Foster se lo come con patatas.
Tercero: No es muy larga, lo cual es un plus; no te aburres.
COSAS MALAS DE THE MECHANIC.
Vacía, plana, previsible, mareante a ratos (la manía de los mil planos por segundo, no todos pueden ser Paul Greengrass). Se toma demasiado en serio a sí misma, y eso le quita enteros, porque todo parece que va a ser mucho más relevante de lo que luego es, y valga como ejemplo una escena de un triturador de basuras y el brazo de una niña (no digo más). El acelerón de la última parte y que nos importe un comino lo que les vaya a pasar no ayuda demasiado.
En fin, resumiendo; SÍ puedes ver The Mechanic si:
-Eres hombre y te gustan las películas de acción y no le pides mucho al cine.
-Eres mujer y te gustan las películas de acción y/o el torso desnudo de Statham (que, aviso, sólo sale una vez). Y tampoco le pides mucho al cine.
-No te apetece pensar.
NO puedes ver The Mechanic si:
-Eres guionista, actor o director, por razones evidentes.
-Tienes ganas de entrar en la sala a fruncir el ceño y meditar sobre qué querrá decir el director con ese plano de la pluma que cae, o lees Cahiers du Cinema.
-Te apetece gastarte 7,50€ en algo más saludable como una copa de whisky.
-Te gusta David Lynch. Lo siento, pero a vosotros no os dejan pasar.
Tampoco he mencionado nada de la BSO o de la labor del director, pero ¿Hace falta? Creo que todos nos hacemos una idea de lo que es The Mechanic. Ahora, decides tú.
Lo mejor: Hm, es violenta y a ratos muy entretenida.
Lo peor: Es una mierdecilla previsible.
Conclusión: Si eres de los que le gusta ir al cine con los colegas a reírte y aplaudir ante las barbaridades de J. Statham, estás de enhorabuena. Los demás, absténganse.

Si buscas Jason Statham en Google,
también sale este tío...


martes, 1 de marzo de 2011

127 horas


Uuuuuuh yeaaaahhh!!! Un anuncio de RedBull protagonizado por Bear Grylls!!!...Ah no...si es James Franco en el papel de "Aron  Ralston"...
No, ya en serio. "127 horas" es una buen film, que no te vendría mal ver. Aun así, y como le pasó a la genial "Cisne negro", no se ha librado de aparecer en Mouth on Fire! hahahaha!!!

Reconozco que no es tarea fácil sacar adelante una película de un tío atrapado del brazo por una roca.
Y el amigo de sus amigos Danny Boyle lo hace... pero a qué precio.

El director convierte la película en una especie de videoclip de hora y media. Un videoclip que a veces sólo le falta la "cortinilla de estrellas".  Para ello recurre a un sinfín de patochadas. Por ejemplo, cada vez que el protagonista bebe, se ve la cámara desde el interior de la cantimplora o de la pajita (y bebe unas cien veces). Cuando piensa en su familia, lo hace en modo anuncio de televisión (hay uno que sale Aron de pequeño con su viejo contemplando la puesta de sol, donde sólo les falta fumar Marlboro). Hay un momento que fantasea con anuncios de refrescos, en plan product placement super cutre. La gran mayoría de las tomas de las montañas de Utah son tan american way of life que en cualquier momento puede aparecer Krusty el payaso conduciendo un "Cañonero". Cuando se hace una foto, la toma se mueve en plan vista previa de una cámara... podría seguir hasta el infinito, pero creo que os haceis una idea de la peli-videoclip.
Pero lo peor es que te vas acostumbrando, y, como buen videoclip de la MTV, te lo acabas tragando de principio a fin; sin rechistar. Y te has dado cuenta de que no sólo no te has aburrido, sino que ha estado entretenido, e incluso ha habido escenas realmente ingeniosas  y de calidad, como cuando Aron se hace una autoentrevista con su cámara de video. Increíble.

Aún con todo y con eso (y pasado el shock del brazo), te quedas con una sensación de vacío.
Sensación acrecentada por el final de panoli que se gasta Boyle. Rollo super-happy bebo coca-cola y (ATENCIÓN ME DESCOJONO) moraleja-consejo final a la altura del mismísimo Toallín: "Cuando salgas de casa, no olvides avisar a dónde vas".
Títulos de crédito feuchos y fin.

Pues muy bien Danny Boyle; te felicito por llevar "127 horas" a los Oscars. A tí, James Franco, te felicito por tu buena actuación. Y poco más, espero no veros hasta el año que viene.

Lo mejor: Estoy vivo.
Lo peor: No tengo brazo.
Conclusión: "Cuando salgas de casa, no olvides avisar a dónde vas".